Nacionalización de la FPO: Soberanía y Poder Energético de Venezuela

Caracas.- La Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), certificada como la reserva de hidrocarburo más grande del mundo, fue oficialmente nacionalizada el 1 de mayo de 2007 por el presidente – comandante, Hugo Chávez. Este histórico evento se llevó a cabo desde el Complejo Industrial General de División José Antonio Anzoátegui, en el oriente venezolano.
 
Ante la presencia de la fuerza trabajadora de Petróleos de Venezuela, S.A. PDVSA, y escoltados por modernos y poderosos aviones Sukhoi, el Comandante Chávez sentenció: …“Hoy le ponemos punto final, hoy estamos cerrando un perverso ciclo que aquí se abrió hace más de 10 años, un perverso proceso al que llamaron “la apertura petrolera”.
 
¡Hemos enterrado “la apertura petrolera” hoy, aquí en José Antonio Anzoátegui y en la Faja Petrolífera del Orinoco!”.
 
Esta acción, hizo efectiva la recuperación total de las instalaciones petroleras sobre este estratégico recurso que estaba en manos de transnacionales. Consolidó la soberanía energética del país y dio paso a la verdadera nacionalización del petróleo. Venezuela con reservas certificadas que superan los 303 mil millones de barriles de crudo, la FPO se convirtió en el corazón de la industria petrolera nacional y en un pilar fundamental para el desarrollo económico del país.
 
Extensión y división en Bloques

La Faja Petrolífera del Orinoco, que desde el 18 de febrero de 2014 lleva el nombre de Hugo Chávez por disposición del presidente de la República, Nicolás Maduro, abarca un área de 55.314 km² en cinco estados: Guárico, Anzoátegui, Monagas, Delta Amacuro y parte del norte de Bolívar. Está dividida en cuatro grandes bloques operativos que hacen referencia a grandes batallas claves en la historia de la independencia de Venezuela: Boyacá, Junín, Ayacucho y Carabobo, cada uno con múltiples proyectos de explotación. Estos bloques fueron asignados a empresas mixtas, donde PDVSA mantiene al menos 60% de participación accionaria, asegurando el control nacional sobre la producción y las ganancias.
 
Un paso estratégico para Venezuela

La nacionalización de la FPO fue un acto de profundo significado geopolítico y económico. Durante la llamada Cuarta República, los gobiernos de derecha entregaron a grandes corporaciones, principalmente estadounidenses, el control de los recursos energéticos bajo esquemas de engaños y ganancias desproporcionadas.
 
“El petróleo de la Faja, decía el Comandante Chávez, es la reserva de petróleo más grande del planeta, es un petróleo pesado y extrapesado, pero es petróleo. En una época las empresas transnacionales lanzaron al mundo la tesis de que eso no era petróleo, sino bitumen, y por eso llamaban a la Faja, no petrolífera, sino bituminosa, Faja Bituminosa del Orinoco, hace años atrás. Luego Venezuela demostró que eso es petróleo”.
 
Al nacionalizar la FPO y recuperar su control, Venezuela no solo aumentó sus ingresos petroleros, sino que reforzó su posición como potencia energética global. Este movimiento permitió financiar programas sociales, impulsar la industrialización y fortalecer alianzas internacionales a través de mecanismos de integración regional como Petrocaribe.
 
Impacto en la geopolítica energética y desafíos futuros

El jefe de Estado, Nicolás Maduro, ha expresado al mundo que Venezuela es un actor clave en el mapa energético internacional y por ello, forma parte de la ecuación para mantener la estabilización de los precios del crudo en el mercado. En tal sentido, a 18 años de la nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco el poder nacional continúa fortaleciéndose junto a la “voluntad de acero del pueblo de Venezuela de ser libres, soberanos e independientes”.

El proyecto nacional garantiza el control de los recursos estratégicos para el pueblo y consolidar los 13 motores de la Agenda Económica Bolivariana, impulsando el desarrollo sostenido y la independencia productiva. A pesar de las ilegales medidas coercitivas y la actual guerra arancelaria que lleva a cabo el imperialismo estadounidense contra el mundo, la Revolución Bolivariana avanza firme en la diversificación de la economía, tal como lo ha orientado el presidente obrero Nicolás Maduro.